A medida que envejecemos, muchos de nosotros estaremos preocupados por el riesgo de deterioro de nuestras facultades mentales. En muchos casos, este proceso no es de ninguna manera inevitable y es algo que debemos aceptar pasivamente.
Al principio, debe indicarse que este artículo está escrito en base a una recopilación de opiniones generales y NO ES un consejo médico calificado. Si tiene alguna inquietud sobre el estado de sus capacidades mentales, debe comunicarse con un profesional médico calificado para obtener más consejos y lo antes posible.
¿Qué pasa a medida que envejecemos?
Antes de entrar en este complicado tema, vale la pena aclarar que aquí no estamos discutiendo condiciones médicas claramente identificables. Condiciones específicas como el Alzheimer o los efectos de un derrame cerebral están fuera del alcance de lo que se está discutiendo.
En cambio, se trata de un proceso que durante siglos la gente ha aceptado que era "suavemente inevitable". Se trata de un lento deterioro de la capacidad de las personas para realizar tareas dinámicas y moderadamente complicadas relacionadas con el pensamiento a medida que envejecen. Esto a veces implica síntomas como, un deterioro en la coherencia y fluidez de la capacidad de conversación, problemas de memoria a corto plazo, etc.
Probablemente sea seguro asumir que muchos de nosotros hemos visto estos procesos en funcionamiento en algunas personas mayores. A medida que envejecemos, es perfectamente natural comenzar a preguntarnos si experimentaremos lo mismo o no y si es posible hacer algo para evitarlo.
No es inevitable
Para empezar, es importante recordar que este proceso no es de ninguna manera universal.
Si bien es posible que todos hayamos visto personas mayores cuyas facultades mentales tal vez no sean tan agudas como antes, probablemente también conozcamos un gran número de personas que parecen estar tan concentradas mentalmente a los 90 como a los 30.
Para ir directamente al grano, la ciencia médica en este momento continúa investigando las razones por las que algunos de nosotros parecen experimentar una disminución en nuestras capacidades a medida que envejecemos, mientras que otros no.
En algunos casos, se especula que las diferencias pueden atribuirse a la genética. En otros, existe una creciente evidencia de que las elecciones de estilo de vida pueden desempeñar un papel muy importante en la determinación de cuán funcionales permanecen nuestras capacidades mentales a medida que envejecemos.
En la actualidad, se hace cada vez más énfasis en las ciencias médicas y del estilo de vida, en tratar de aprovechar esas buenas prácticas como una forma de retrasar o evitar el debilitamiento de nuestra destreza mental a medida que envejecemos.
¿Qué se puede hacer?
Muchas autoridades están de acuerdo en que hay una serie de cosas que podemos hacer para tratar de mantenernos mentalmente en forma y activos durante mucho más tiempo en nuestras vidas:
Mantener una ocupación o pasatiempo que nos obligue a realizar tareas cognitivas exigentes a diario. ¡Eso no significa necesariamente matemáticas superiores! Por ejemplo, las tareas que involucran la reparación de objetos mecánicos o su mantenimiento, pueden exigir mucha destreza mental;
Evite el estrés emocional. Algunas autoridades creen que el estrés psicológico constante, que continúa hasta la vejez, puede ser extremadamente dañino para nuestro bienestar mental. Preocuparse excesivamente por cosas como su alojamiento de jubilación y nuestras familias, debe evitarse siempre que sea humanamente posible;
ahora también se acepta ampliamente que existen vínculos entre nuestras facultades mentales y nuestros niveles generales de aptitud física. Si toma las medidas necesarias para mantenerse lo más en forma posible a medida que envejece, eso también puede tener efectos beneficiosos en cadena para su estado mental;
aunque se discute, existe una opinión considerable de que comer de manera saludable también puede desempeñar un papel;
Comprometerse con el mundo exterior también es sumamente importante. Esto significa salir a ver a la gente, hablar con ellos y participar en la interacción cara a cara. Pasar muchas horas al día solo viendo televisión es ahora ampliamente aceptado como poco saludable para nuestras capacidades mentales en general.
Resumen
En la actualidad, existe una amplia opinión que sugiere que para muchos de nosotros, mantener las capacidades de metal afilado en la vejez no es solo una cuestión de buena o mala suerte.
Considerar nuestra mente como un músculo invisible que necesita ser alimentado y ejercitado para su buena salud, podría ser tan importante como tener el mismo enfoque para nuestro corazón.
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