El cambio de estación, los días más largos y el cansancio invernal acumulado también pueden afectar a nuestro tiempo de descanso, que debería garantizarnos, por la noche, dormir tranquilos. Los síntomas más frecuentes son no poder conciliar el sueño, tener un sueño perturbado o, en el peor de los casos, insomnio.
Por suerte es posible recurrir a diferentes elementos naturales presentes en el mercado bajo diferentes formas, disponibles en la fitoterapia y capaces de favorecer un buen descanso, que nos permitan dormir tranquilos sin tener el efecto colateral del aturdimiento.
Remedios naturales
Entre estos, recordamos, en primer lugar, la manzanilla. De hecho, con sus conocidas propiedades relajantes, la manzanilla tiene un verdadero poder sedante sobre los músculos. Se recomienda para quienes sufren de dolor abdominal, para mejorar la digestión y casos de inflamación de la mucosa gástrica. También se utiliza para aliviar el enrojecimiento de los ojos y como tónico facial suavizante.
Al igual que la manzanilla, la valeriana es universalmente conocida como un tranquilizante natural, tanto es así que desde hace muchos años se utiliza como somnífero, sin efectos secundarios. Las principales propiedades beneficiosas de la valeriana residen en sus raíces, que se secan. Y justo bajo esta forma, se puede encontrar en herbolarios, como alternativa a las gotas para diluir en agua.
Otro remedio para combatir los trastornos del sueño es una buena infusión de Tilo, que también se puede asociar con otras esencias o plantas curativas. El tilo, de hecho, tiene notables propiedades relajantes y calmantes, que ayudan a reducir y aliviar las tensiones. También es un excelente aliado para el tratamiento de resfriados y síntomas gripales.
La melisa y el espino blanco tienen un alto poder sedante y relajante, especialmente para quienes tienden a irse a dormir acompañados de un estado de agitación y fuerte estrés. Estos elementos naturales, de hecho, actúan sobre el sistema nervioso central, reduciendo este estado de ansiedad.
Los poderes olfativos de la Lavanda son realmente perturbadores, ayudando a combatir los trastornos del sueño. El aroma de las flores de lavanda, de hecho, induce una sensación de tranquilidad y despreocupación, favoreciendo el buen descanso. En el mercado y en las herboristerías puedes encontrar tanto el aceite esencial de lavanda, con el que puedes mojar un pañuelo para mantenerlo junto a él mientras duermes, como el agua natural a la lavanda, con la que puedes rociar el ambiente.
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